Erigir un altar permite, a aquellos que practican, entrar en comunión con los campos energéticos del universo y la sabiduría superior. Involucra la práctica de mudras (símbolos, gestos o formas con las manos), ritos, talismanes y encantamientos (mantras), con propósitos purificantes. Sólo para estudiantes que cumplen los requerimientos.